Opinión

El Rincón de Miguel Ángel

Liberados de las cadenas que nos colocan conscientemente las redes "sociales" y los medios de comunicación, para hacernos inconscientes buscando el consenso y evitar el disenso.

Miguel Ángel Echeverri/Cultura/El Pregonero del Darién

(El texto es del padre Luis Fernando Botero Villegas)

La libertad no es sentirse libres para oprimir y dominar a los demás.

No podemos decir que estamos ejerciendo nuestra libertad cuando les impedimos a los otros ser libres.

La intervención a la fuerza en las conciencias y en los proyectos de vida de los demás no puede llamarse libertad.

No se puede, a nombre de unas presuntas democracia y libertad, bloquear, invadir o dominar un país y atropellar sus derechos.

Somos libres cuando nos liberamos de intereses mezquinos, cuando abandonamos la vileza y construimos humanidad y fraternidad.  Cuando nos libramos de nuestras cadenas y ayudamos a liberarse de ellas a quienes están encadenados, a «liberar de su infortunio al siervo y de tu infamia a ti», como dice Martí; libertad para actuar buscando liberar al oprimido y al opresor.

Libertad de pensamiento, de acción; liberados de las cadenas que nos colocan conscientemente las redes «sociales» y los medios de comunicación, para tratar, y lograr muchas veces, de hacernos inconscientes buscando el consenso y evitar el disenso en contra de esas formas arbitrarias con apariencia de legitimidad y legalidad con las cuales disfrazan su dominio.

La libertad debe ser una opción de vida de todos para todos.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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