Diálogo entre médicos
Por eso muestran al Tigre de Sura despidiéndose mientras se lleva las bolsas llenas de dinero tratando de crear un movimiento de apoyo “popular".
Juán Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién
Colega 1
Sin miramientos políticos, viendo consensos de expertos, te digo, yo estudié Economía de la salud, hice una especialidad en gerencia hospitalaria y no es acabando la Ley 100 como se logra mejorar el sistema colombiano de salud
¿Que el sistema requiere muchos cambios? obviamente, pero no hay que acabarlo; la sola cobertura que logro la Ley 100 de pasar de 26% a 99,8% es lo más extraordinario que ha podido ocurrir, lograr que hasta el más pobre tenga acceso a las clínicas particulares de más alto nivel científico, no se logra con un sistema socialista de atención en salud. Obviamente el sistema venía con problemas de desfase desde hace varios años; el costo de la salud crece a una velocidad mayor que los ingresos por UPC.
¿Que muchas EPS se quebraron y otras tuvieron que cerrarlas en otros gobiernos? también es cierto.
La realidad está en la forma como aborda este gobierno las cosas; a los hijueputazos y con actitud vengadora y resentida a todo lo que se llame Privado; es cegarse a consejos de personas altamente capacitadas, y creer que, destruyendo lo construido, es cómo se hacen las cosas; tratando de imponer -porque le da la gana- un modelo de salud obsoleto.
Ahora se derrama el vaso y se lo van a achacar a él, a Petro, por pretender hacer sin consenso las reformas. Así no se hacen las cosas.
Colega 2:
Los adelantos científico- tecnológicos no riñen con la reforma a la salud. Obvio, que si en el sistema privado creado por las EPS, hay más demanda, la oferta puede comprar tecnología, pero eso no obsta para que en los hospitales públicos no la pueda haber. El problema básicamente es la corrupción y la falta de sensibilidad social y respeto por los pacientes pobres a quienes se les niega o retarda el servicio. De todos es sabido esa frase: “me remitieron al especialista y no me han llamado…”
Se tiene como paradigma que sólo el privado es responsable del cuidado de los dineros invertidos y de su rentabilidad. En el actual sistema la integración vertical privada floreció a expensas del dinero del Estado, y su rentabilidad asociada se da con base a la demanda por los pacientes cuyos recursos pueden comprar esos beneficios (prepagadas, planes complementarios o pacientes particulares) Al paciente contributivo (trabajadores) le van dosificando a cuenta gotas esos servicios, excepto las urgencias para no crear pacientes complicados altamente costosos o la generación de tutelas.
En otras palabras: con el dinero del gobierno (84 billones anuales sin ningún control) florecen las IPS privadas (adscritas a las EPS) que para seguir siendo rentables son empleadas básicamente para la atención de pacientes de altos recursos (una amiga paga dos millones mensuales a la prepagada) como planes, pólizas y particulares ricos locales y extranjeros. Ej.: los hermosos quirófanos de cirugía plástica y dermatología estética en la torre del Tesoro usados para atender millonarios, son muy llamativos.
¡Mientras más rico el paciente, más exigente! y si son muchos (mafiosos, comerciantes de la cultura lavadora de activos o extranjeros) más “aparatos”, ¡más tecnología, más inversión y más avidez por los dineros públicos para financiarse!
Por eso muestran al Tigre de Sura despidiéndose mientras se lleva las bolsas llenas de dinero tratando de crear un movimiento de apoyo “popular» con base en escándalos mediáticos.
El descaro es inconmensurable, y claro, la reacción de las gentes que tienen planes y pólizas o prepagadas no se hace esperar, incluso, de algún sector del Contributivo acostumbrado a las limosnas, puesto que una de las características de nuestras gentes- heredada de la colonia española- es el carácter mendicante, la mendicidad, y la aceptación del sobrante del rico -del blanco- quien a su vez ve al pobre -o al que ahora llamamos «excluido»- como un objetivo de su caridad.
El » blanco » tiene derecho al usufructo de los dineros públicos como costumbre también heredada de la colonia española, y si se enriquecen haciendo negocios con el erario, bienvenido sea. Incluso si rayan con el delito, son simplemente «descuidos», «deslices», «falta de delicadeza» susceptibles a ser perdonados.
El problema con Sura, el rechazo al gobierno, el creer que el presidente “nos va a dejar sin salud” se debe al miedo y la rabia que generaron los medios. Creer que la EPS nos atiende y nos da todo, es una falacia, pues podría ser absolutamente mejor, sin esa intermediación perversa disfrazada de bondad y competencia.
El hecho de tener un carnet de la EPS no te garantiza la atención, excepto si vives cerca o en las grandes ciudades, donde se concentra, por razones de demanda, la atención
Les recomiendo del profesor Mauricio García Villegas, los libros:
“Colombia, país de las emociones tristes”
“El viejo malestar del nuevo mundo”